Cycling Friendly Mobility apuesta por reducir la brecha de género en la movilidad en bicicleta. En este sentido nos hacemos eco del proyecto Mujeres en Bici. Un proyecto nacido en 2014 de la mano de Erkuden Almagro. La hemos entrevistado para que nos explique cómo ha ayudado a muchas mujeres a sentirse más seguras y disfrutar de la bicicleta:
¿Qué te impulsó a la creación de la comunidad de mujeres en bici? ¿Cuáles son vuestros valores? Háblanos sobre mujeres en bici y como formar parte de vuestra comunidad.
La necesidad de encontrar otras mujeres con las que compartir las salidas en bici, principalmente.
Los valores de la comunidad son igualdad, respeto, solidaridad… valores que llevamos a la práctica cada día. Luchamos por la igualdad en el deporte, en temas de movilidad urbana… El respeto, cada una es diferente y nos aceptamos tal y como somos. La solidaridad, ayudándonos a crecer unas a otras así, como a otros colectivos que lo necesitan.
Para formar parte de la comunidad, tan solo hay que suscribirse a la web para recibir los emails con todas las propuestas de actividades, retos, eventos, viajes y cursos que organizamos.
¿Qué nuevos proyectos tiene la asociación de mujeres en bici?
De cara a este año lo primero es ir recuperando la normalidad. Retomar las actividades que veníamos haciendo hasta ahora, como los retos 100km en carretera y 50km btt, los paseos urbanos, talleres de mecánica, etc.
¿Cómo ves la movilidad ciclista en España respecto a la brecha de género?
Cada vez se ven más mujeres como usuarias de la bici como medio de transporte, pero aún faltan más infraestructuras para que sean más seguros esos itinerarios. Los puntos más débiles, como los parques poco iluminados, los túneles, las pocas vías ciclistas segregadas que den confianza a las mujeres para montar en bici, etc.
¿Cuáles son las principales barreras de las mujeres para montar en bicicleta y qué crees que es necesario para que más mujeres se animen a usar la bicicleta?
Aparte de las comentadas. Carriles bici, zonas mejor iluminadas, zonas vigiladas para dejar las bicis al llegar al trabajo… El lugar de trabajo también debe apostar por esto, y proporcionar lugares seguros para dejarlas, incluso vestuarios con ducha para cambiarte.
La bici eléctrica es una realidad, muchas mujeres ya cuentan con una de ella, pero son caras, no se pueden aparcar en la calle por el tema de robos; pesadas, según a qué sitios no se pueden subir para guardar…
¿Cómo fomentarías entre la población la movilidad en bicicleta para reducir la inseguridad y la desigualdad de género?
Como ya se van haciendo en muchas ciudades, como por ejemplo aquí en Pamplona, cursos para enseñar a personas adultas a montar en bici, tanto a mujeres como a hombres, aunque la realidad es que hay más demanda de mujeres, talleres de mecánica para hacernos más independientes, y de técnica para ser más hábiles con la bici y sentirnos más seguras.
En Zaragoza se lleva a cabo un programa de rutas seguras que consiste en diseñar un trayecto para toda la que lo solicite, el más seguro posible, de tu casa al trabajo, por ejemplo.
Eso ha conseguido que muchas mujeres se hayan animado a ponerlo en práctica.
Son pequeñas acciones que al final hacen que cada vez seamos más.
Tras la entrevista formal, charlamos sobre sus impresiones sobre el ciclismo femenino. En la conversación han surgido interesantes temas y reflexiones sobre el binomio bicicleta-mujer, las barreras de uso y las soluciones para reducir esta brecha. Estas son algunas de las conclusiones.
A la mayoría de las mujeres les gustaría ir en bicicleta, pero no se sienten seguras, dudan en desplazarse en este medio y se sienten intimidadas en las carreteras. Además, el desconocimiento del mantenimiento de la bicicleta o el no saber montar en bicicleta a cierta edad, genera una barrera en las mujeres para utilizarla. Por ello, la fundadora de la asociación de mujeres en bici nos comentaba que realizar rutas ciclistas juntas, talleres de mecánica e iniciativas para enseñar a ir en bicicleta, son actividades que les aportaba autonomía, confianza y seguridad.
Resulta interesante realizar acciones de formación y acompañamiento al colectivo de mujeres de mayor edad, con mayores dificultades de acceso e inseguridad a la hora de circular en bici por la ciudad.
Otro factor, que genera esta desigualdad de género, a nivel social, son ciertos roles infundados. Los hombres tienden a realizar desplazamientos más lineales, de casa al trabajo y viceversa. Mientras tanto, las mujeres hacen desplazamientos en estrella, es decir, realizan varias paradas durante su trayecto. Este tipo de desplazamiento genera cierta dificultad para que las mujeres usen la bicicleta en sus desplazamientos diarios.
Erkuden afirma que “la utilización de CargoBikes, una bicicleta muy adaptada, permitiría que se pudiesen desplazar con la bicicleta y realizar varias paradas durante el mismo trayecto. Aunque no es una bicicleta al uso. En otros países, se utilizan este tipo de bicicletas, pero en España, todavía no tenemos ese cambio de mentalidad. No obstante, si se quiere frenar el cambio climático y tener una movilidad más sostenible, tiene que entrar en nuestras casas”.
También comentamos otra barrera, como es el acoso. En un estudio de movilidad realizado por el bacc se afirma que el 48% de las mujeres se había sentido acosada visual, verbal o físicamente en alguna ocasión circulando en bicicleta.
Esta circunstancia condiciona enormemente la elección de este medio de transporte, la indumentaria utilizada, etc.
Como indica Erkuden, “una mujer en bici llama la atención” pero, “todo depende de la percepción que cada mujer tenga”. Con proyectos como su asociación, se consigue que ganen confianza, se sientan más seguras al ir juntas en bicicleta, pero también influye que las rutas sean seguras y estén bien iluminadas.
No obstante, la bicicleta es un medio puede llegar empoderar a las mujeres para ocupar su espacio y ser visibles. Aunque se deben mejorar las infraestructuras, la creación de asociaciones como la de mujeres en bici, fomentan la movilidad en bicicleta en las mujeres. El trabajo que realizan consigue que ganen confianza en sí mismas para ir en bicicleta y esto, "son pequeñas acciones, que hacen que cada vez seamos más".
Agradecemos a Erkuden su amabilidad y desinteresado trabajo para empoderar a multitud de mujeres a utilizar la bicicleta y reducir la brecha de género que en este sentido existe. Sin duda, acciones como esta ayudarán a normalizar esta brecha de género en el uso de la bicicleta.