En Mobility by Cycling Friendly añadimos una perspectiva de género a todos nuestros proyectos.
Buscamos un modelo de ciudad que se base en la vida cotidiana de las personas, priorizando las movilidades más activas. Es decir, ponemos el foco no sólo en la sostenibilidad, sino también en la equidad.
Nuestros estudios de movilidad con perspectiva de género se desarrollan teniendo en cuenta el contexto social y físico de cada lugar.
🚶♀️ Accesibilidad universal en toda la cadena de desplazamientos
🚌 Transporte público adaptado
💡 Mejora de la iluminación como punto clave para la seguridad
🚧 Abrir el espacio: eliminar obstáculos visuales
ℹ️ Acceso a la información a todos los usuarios
Desde Mobility By Cycling Friendly, realizamos tanto estudios de movilidad como PMUS para los municipios que lo requieran.
Todos nuestros planes se realizan cuidando el mínimo detalle y aportando nuestras soluciones para mejorar el entorno urbano de las ciudades.
En los planes de movilidad sostenible más recientes ya se incluyen medidas para facilitar los espacios públicos a personas con movillidad reducida, personas mayores o con diversidad funcional.
Garantizar una visión integral de la movilidad cotidiana.
Ampliar el concepto de la seguridad en la movilidad ateniendo a las diferentes percepciones y a los diferentes usuarios.
Avanzar hacia la equidad de género.
La perspectiva de género es un enfoque que se utiliza para analizar y comprender cómo las construcciones sociales, culturales y políticas de género afectan a las personas y a las relaciones entre ellas. Esta perspectiva reconoce que las diferencias biológicas entre los sexos no son determinantes únicos del comportamiento humano, sino que las características y roles que se asignan a hombres y mujeres están influenciados por las expectativas sociales, culturales y políticas.
La perspectiva de género busca identificar y desafiar las desigualdades de género y las formas en que se manifiestan en distintas áreas, como la economía, la política, la educación, la salud, la cultura, la movilidad etc.
También se enfoca en comprender cómo estas desigualdades afectan a las personas de distintas identidades de género, incluyendo a mujeres, hombres, personas no binarias, transgénero, intersexuales y otros.
La perspectiva de género es importante porque nos permite entender cómo se crean y perpetúan las desigualdades de género y cómo podemos trabajar para eliminarlas. Además, nos ayuda a reconocer la diversidad de las experiencias de las personas en función de su género y a crear soluciones más inclusivas y justas.
En resumen, la perspectiva de género es una visión integradora de todos los géneros, diversidad de cuerpos y edades, buscando el derecho a la movilidad no solo atendiendo al género sino en términos de personas con movilidad reducida, personas mayores o con diversidad funcional.
La perspectiva de género pretende lograr la igualdad de género, es decir, que todas las personas tengan las mismas oportunidades, derechos y libertades, independientemente de su género. Para lograr este objetivo, la perspectiva de género busca analizar y desafiar las desigualdades y discriminaciones de género que existen en la sociedad, y trabajar para eliminarlas.
Algunos de los objetivos específicos de la perspectiva de género incluyen:
La perspectiva de género es extremadamente importante en la movilidad, ya que las diferencias de género en términos de acceso, necesidades y patrones de movilidad pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y en su capacidad para participar plenamente en la sociedad.
Por ejemplo, las mujeres y las personas LGBTQIA+ y los colectivos con movilidad reducida a menudo enfrentan barreras adicionales para acceder a los servicios de transporte, como la falta de rutas seguras y convenientes, horarios inadecuados y espacios inseguros. Además, los patrones de movilidad de mujeres y hombres son a menudo muy diferentes, con las mujeres más propensas a tener que realizar múltiples paradas para atender a las responsabilidades del hogar, como llevar y recoger a los niños de la escuela.
La perspectiva de género en la movilidad puede ayudar a identificar estas desigualdades y tomar medidas para reducirlas. Por ejemplo, se pueden hacer mejoras en la infraestructura para crear rutas de transporte más seguras y convenientes para las mujeres y las personas LGBTQIA+, se pueden establecer horarios de transporte más inclusivos y flexibles, y se pueden proporcionar espacios seguros y confortables en los medios de transporte público.
En resumen, la perspectiva de género es importante en la movilidad porque nos permite comprender cómo el género afecta a las necesidades y patrones de movilidad de las personas, y trabajar para reducir las desigualdades y discriminaciones de género en el acceso a los servicios de transporte.
La perspectiva de género puede aplicarse en un estudio de movilidad de varias maneras. Aquí hay algunos ejemplos:
En resumen, la aplicación de la perspectiva de género en un estudio de movilidad implica recopilar y analizar datos desglosados por género, identificar barreras de género específicas en el acceso a los servicios de transporte y desarrollar soluciones de transporte inclusivas y accesibles para todos.
El urbanismo con perspectiva de género es un enfoque que busca integrar la igualdad de género en la planificación y el diseño de los espacios urbanos. Busca entender cómo los diferentes géneros experimentan el espacio urbano de manera diferente y cómo los patrones de uso del espacio pueden ser diferentes según el género.
El urbanismo con perspectiva de género se enfoca en la creación de espacios urbanos inclusivos y seguros, que promuevan la participación equitativa de todas las personas, independientemente de su género. Por lo tanto, el objetivo es crear un espacio urbano que funcione para todos, en lugar de diseñar para una mayoría masculina.
Al aplicar la perspectiva de género en el urbanismo, se consideran factores como la accesibilidad, la seguridad y el confort de los espacios públicos, el transporte público y las rutas peatonales, la presencia de servicios y equipamientos que satisfagan las necesidades específicas de las mujeres, las personas LGBTQIA+ y los colectivos con movilidad reducida, la inclusión de iluminación y señalización adecuada, entre otros aspectos.
En resumen, el urbanismo con perspectiva de género es una herramienta para abordar las desigualdades de género en la planificación y el diseño de los espacios urbanos. Busca crear un espacio urbano que sea inclusivo y accesible para todas las personas, independientemente de su género.